Techo desconocido // Etapa 2

ETAPA 2
(me hacés mucha falta)

Estoy asombrado de la cantidad de tan pocos pasos que hago para ir a comprar las cosas que necesito.

Esta mañana, al rededor de las 11:00hs. me levanté del suelo (porque dormí en él) y ahí estabas. ¿Sabías que te extraño mucho? Me viene costando mucho volver a encontrarme sólo, a mi mismo frente al espejo, y saliendo hacia el living sigo en el mismo estado, preguntándome por donde andarás caminando en ese momento.

Me lo pregunto ahora miso.

Esta segunda etapa de adaptación resulta tal cual un leve experimento en donde yo soy el que tenía todas las experiencias pasadas, y ahora no tiene ninguna. Porque simplemente todo volvió a empezar desde cero.

Limpié la mitad del living-comedor, porque aún no vinieron a buscar algunas cajas que no son mías, y limpiar para que después esté todo sucio, es algo que no voy a vivir otra vez.

Ni cuenta me estoy dando de que veo una autopista. Será alguna señal, pero... si estuviste contando las Wagon de VolskWagen, debe ser porque en algún momento me vas a decir "te toca sacar los pasajes a vos". Y con mucho placer sabés que lo haría sin decír una sola palabra.

Estoy acá esperando a que vuelvas a bajarte del colectivo extraño al que te subiste, asi puedo darte la mano y llevarte conmigo.

Estoy tomándome estos días para aprender a organizar cosas que antes no podía ni pensar. Como qué marca de galletitas de coco tengo ganas de comer ^_^

Me faltás todas las mañanas. No es igual. Algo hiciste en este tipo que de repente todo se extraña más, todo empezó a ser lento y caluroso, trabado y pausado a la vez... una doble pausa especial a mi entender.

Todas las conjeturas de un viaje hasta allá arriba más adelante son para resolver la torcedura de mi pata de palo. No puedo ir solo, necesito que me des la mano y vengas conmigo.

Son las 21:14 de la noche. Y no quise comprar helado porque 1/4 de Crema del Cielo necesita testigos. Y no estás ahí adelante juntando las cucharitas para salir caminando y tomando el mejor helado del mundo.

Pero estoy felíz de poder ver la ciudad desde tan alto. Lejos de todo eso que dejé atrás. Mi violín eléctrico me mira, fijamente, y me anuncia un "gracias" rotundo.

vf.-*