Llegó a mis manos, después de años y años de buscar e ilusionarme, de encontrar y no poder ni si quiera alcanzarlo con la punta de mis uñas, una pieza importantísima de mis gustos musicales ambulantes: mi
Korg™ KARMA.
Mucho tiempo atrás me dediqué a aburrir personas, entre ellas algunas novias, amigos, conocidos y demases, con el solo fin de transmitirles mis sentimientos por este tan cálido Sintetizador... pero para que explicar más.
KARMA significa en inglés
"Arquitectura Musical Algoritmica en Tiempo Real" y la
"K" es por su creador y mentor
*Stephen Kay*, y el muy terco estuvo siete años enteros trabajando y desarrollando una tecnología capaz de borrar el mal sabor de boca de los pobres teclados de acompañamiento, incluso dejando muy embarrado a los mismísimos
Arrangers (serie PA de Korg y similares).
Fuera de cada tecnicismo que uno quiera aplicar y contar por horas y horas, ahí está. Nunca antes había tenido uno ni si quiera cerca, y confieso que lo primero que hice al verlo, antes de encenderlo, fué admirar su color Bordeaux y toda su cantidad de botones y controladores de expresión en tiempo real.
Mágicamente hice contacto. Me dejé llevar y entendí porque ansié tanto este Sintetizador.
Trabaja como mi mente. Como mi cabeza. Hace cosas que alguna vez me dediqué a pensar, a imaginar y que gracias a la terquedad del ser humano, no había hecho antes. Lo hace. Es como convivir con cierta Inteligencia Artificial, que de todas formas no quiero terminar de entender, porque la quiero disfrutar.
Su color. La belleza de los trazos con los que fué fabricado. El peso. Es pesadísimo para mi. Es tan extraño que no entra en una funda normal. Tuve que comprarle una funda especial para un porte de 76 teclas, cuando en realidad tiene 61. Pero es tan desencajado de si mismo, que no entra.
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"El tenía su hermana mayor." |
Le compré 3 pashminas de muchos colores para cubrirlo. Quedan tan buenas que hasta las usaría yo... pero me toco ser varón y tengo que rendir cuentas para dar esa imagen.
No pienso dejar de usar mi amado
Korg™ TR, porque tiene muchísimo valor para mí. Sigue siendo el Sintetizador *Madre* desde donde voy a seguir creando música y plasmando la energía de mis manos por varios años más...
No hay palabras para describir su sonido. No me puedo arriesgar. No hay palabras para semejante momento.
Soy felíz!
vf.-*