Manos entrelazadas, un mordisco pequeño que parece dulce,
todo desordenado, pero sin que me importe nada.
Mente relajada y esperanzada,
Agua tibia sobre la mesa, anuncia que allí ocurrió el espasmo divertido de tomar mates.
Es el día de hoy, que las hojas verde-anaranjadas y tuqui-celestes de aquel adorno artificial, aún continuan
advirtiendo que los brazos de una "V" corta han sido extendidos.
Están aguardando, pacientes, con certeza. Son brazos de amor. Listos y en carrera, esperando para recibir algo.
Solsticio de Verano, decían como si de una expresión adulta se tratara, pero no es nada más ni nada menos que un día más de calor en
donde a los cuerpos se les indica en que esquina es bueno buscar sombra para refrescarse.
Yo hago lo mismo. Porque todo está en mi mente.
Danzando.
Soy, quien quiero ser.