Sunday, January 17, 2016

Decadencia Programada*

Estoy a punto de emprender dos desiciones difíciles. La primera, es contar que me voy de este lugar porque no es mi lugar de seguridad y confort. La segunda, soportar las quejas de las personas que escuchen la primera.

Estoy en una ciudad donde la gente vive marginada de si misma, todo a medio hacer y arruinado por el paso del tiempo. Para ellos la vida está muy bien así y hay que respetarlo. Correrse de este lugar es respetarlo.

Perdí mi oportunidad de volver a instalarme en Buenos Aires, una ciudad que me dió todo en los últimos 10 años y que ahora, por una simple idiotéz como un chiste que para mi era de lo más normal de acuerdo a la mesa donde fué soplado, tuve que ver dejar atrás otra vez en un colectivo de larga distancia, forzado a agachar la cabeza por culpa de los caprichos de una estúpida que habla de ponerse en el lugar de los demás, pero es tan reacia como yo a ponerse en el lugar del otro, sin importar la necesidad.

Acá pasa lo mismo. Dormis, hacen ruido. Estás despierto, no hagas ruido. Hablás bajito, ellos hablan fuerte, no prendés el televisor, ellos lo ponen al máximo.

Me voy porque adentro mío no deja de retroalimentarse la posibilidad de volver a ese lugar de seguridad y, dicho sea de paso, confrontar hasta ganar la batalla con quien fuera totalmente responsable de estas miserias.

Estoy cansado de que la gente me venga a decir que la culpa es mía. La culpa no fué mía, yo no provoqué este desastre y me lo quieren plantar en la cabeza porque son gente realmente ignorante.

Otra cosa: estas lineas son escritas a través de la red que violenté de la vecina de enfrente. La ciudad es super-vulnerable. Me hubiera gustado aplicar bien estos conocimientos allá en donde el tirano merecía morir parado y sin saber que lo golpeó. Pero ya va a haber oportunidad.

vf.-