(tampoco había experimentado otros sabores de carnaval, y creo que se pegaron a mi cerebro porque su raíz también es una *secuencia*)
Soy felíz.
Nadie me lo puede quitar.
Ni si quiera estos burócratas inmobiliarios. Energúmenos de las hojas firmadas que guardan protocolos especiales para arruinar el bolsillo del otro, buscando techos distintos.
Próximamente, Teatro.*
Las señales de la "V" corta con sus brazos extendidos se eleva hacia las paredes en este mismo momento. Parece que por fin llegó la hora de liberar las ataduras y practicar la Economía de Guerra.
Paso a paso.
Como esta mañana, cuando el símbolo cursi estaba latiendo, y sabía muy bien porqué.
Camino al trabajo, descubro que latía porque me estaba haciendo falta tenerla sobre mis espaldas y ver sus ojos felices.
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*no interfieras mientras miro al sol*